Hace unos meses se explicaba en Himajina que el Ministro de Defensa inglés había lanzado una campaña solicitando a las mujeres soldado que se llevaran preservativos al frente (de batalla, se entiende… si hablásemos del cuerpo humano, la frente no sería el mejor sitio para los preservativos).
Ha de decirse que, al menos en Madrid, la campaña o ha tenido un éxito espectacular, o no jamás se hizo por innecesaria. Sólo así se explica que hoy, en el BOE, se publique la “Resolución del Parque y Centro de Abastecimiento de Material de Intendencia por el que publica anulación anuncio de licitación para la contratación pública de "uniformes de campaña para personal gestante", publicado en el BOE n.º 198, de fecha 16 de agosto de 2010”.
Así, de la noche a la mañana, las soldadas embarazadas se han quedado sin uniforme. Cómo lo harán a partir de ahora resulta todo un misterio.
Como mínimo, y leído lo que aquí se explicaba sobre embarazos causados por balas (sí, sí), al menos uno confía que les provean de chalecos antibalas… además de salvar la vida a las soldadas, les garantizaría seguir disponiendo de uniforme.
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