A través de la resolución 44/236 (22 de diciembre de 1989), la Asamblea General de la ONU designó el segundo miércoles de octubre como Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales, fecha que fue observada anualmente desde 1990 hasta 1999.

En 2001, la Asamblea General decidió seguir observando el segundo miércoles de octubre de cada año, el Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (resolución 56/195, de 21 de diciembre) como medio de promover una cultura mundial de reducción de los desastres naturales, que comprenda prevenirlos, mitigarlos y estar preparados para ellos.

Hoy, pues, segundo miércoles de octubre, celebramos tal efeméride.

Al respecto, una de las (locas) ideas que siempre he tenido es la siguiente: la creación de un grupo de élite mundial en la atención frente a desastres (naturales [terremotos, tsunamis, inundaciones, incendios] o no [buques que vierten su contenido, accidentes de gran escala industriales -químicos, radioactivos]).

Dicho grupo, de naturaleza privada, operaría a nivel mundial y cobraría un pastón por cada intervención, se desplazaría al lugar del mundo donde se produjera la catástrofe. Dispondrían de sus propios medios además de los que, en su caso, disponga cada país (y cada región) pero, sobretodo, sabrían realmente como gestionar crisis de tal envergadura, ya que estarían permanentemente en estado de alerta.

Para un estado o gobierno que sufriera este tipo de problemas sería como un "012", un teléfono de emergencias a lo grande. Desde el punto de vista político, además, se evitaría tener que hacer frente a las consecuencias políticas de determinadas decisiones, que serían tomadas por auténticos expertos sobre el tema de reconocido prestigio.

Lo triste de las grandes catástrofes es que, pese al mucho mal que provocan, siempre me parecen haber sido gestionadas de un modo muy chapucero (pese a las evidentes mejores voluntades), por personal que no estaba (porque seguramente no podía estarlo) preparado para tamañas vicisitudes. La ayuda internacional suele llegar también de un modo un tanto sui generis, porque a lo mejor se envían mantas donde lo que hace falta es agua y agua donde hacen falta mantas, por ejemplo.
Un grupo privado de auténticos expertos profesionales a nivel mundial en gestión de grandes crisis creo que salvaría muchísimas vidas y optimizaría de un modo espectacular los medios existentes y las buenas voluntades (donaciones, ayudas, etc.) ante las catástrofes que periódicamente asolan el planeta.

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  1. osea "himajina"no se escribe asi nacos sino asi IMAGINA!!!feos!!!

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  2. contestenme "himajina"cobardes....

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  3. Hola
    Gracias por el doble anónimo comentario.
    Sépase que cobardes no (bueno, no mucho).
    Al tema:
    Imagina de imaginar se escribe imagina
    Himajina de Himajinar se escribe Himajina. Otras variantes posibles: iMajina-Hymajina-Imajinah
    Es que el mundo es tan diverso...
    Sea como sea, en lo de feos sí te damos la razón.
    Gracias de nuevo

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