Escribo el presente post desde el aeropuerto de Atenas, esperando (apaciblemente, hay que decirlo) el vuelo de regreso a Barcelona. En consecuencia, mis excusas por adelantado por la falta de acentos, motivada por el peculiar teclado al que me enfrento.

El motivo de estas lineas se encuentra en una foto (que ya incorporare mas tarde) que observo en La Vanguardia de ayer, acerca de una "demostracion" de poder y adhesion al gobierno de Birmania y en la que se encuentra el que se sera mi tercer gran ejemplo sobre la globalizacion.

Hasta ahora, cuando queria mostrar que era la globalizacion, recurria a dos productos: las bolsas de nosequematerial pero que son extremadamente resistentes y pueden verse en todos los paises de la tierra (tambien las mostrare aqui) y las cajas de platanos Chiquita, utilizadas por todos los vendedores de mercadillos del mundo para albergar y transportar todo tipo de cachivaches y tesoros.

Ahora veo en la foto de Birmania un modelo de silla de plastico identica a la que tenemos en Tortosa. Eso (y no la CNN ni la CocaCola) es para mi la verdadera esencia de la globalizacion.

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