Originalmente, eran unas fiestas que duraban unos tres días y en las que sólo tomaban parte (oficialmente) las mujeres. Después se ampliaron a cinco días y a la participación plena de los hombres, si bien las mujeres y las sacerdotisas seguían siendo las principales protagonistas.
Fueron prohibidas y severamente castigadas, pero aún así se mantuvieron realizando, ya que gozaban de una gran y merecida popularidad.
No deja de ser curioso que mañana se celebre mundialmente el irlandés Sant Patrick's Day (donde los excesos cerveciles son más que notables) y en cambio, el tema bacanalero no haya resurgido como una excusa-fiesta más de general celebración. Menos mal que siempre hay excepciones:
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