En cualquier caso, está bien dar este toque humano a la labores de inspección que realiza. Según el International Herald Tribune de hoy mismo, ayer detuvieron en este mismo aeropuerto a una señora de 62 años por llevar en su maleta la calavera y el resto del esqueleto de su hermano, muerto hace 11 años en Brasil pero que quería ser enterrado en Italia.
Como decía, en esto de inspeccionar es mejor el toque humano (vivo).
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