Está claro que los no inhabituales aplazamientos de vuelos que realizan las compañías aéreas son, cuando menos, un engorro para los usuarios de las aerolíneas.
La pregunta es: ¿por qué pasan?. Usualmente, suele pensarse que es por problemas técnicos, meteorológicos, maletas huérfanas que deben desalojarse del avión, etc.
Pero la verdadera razón de dichos retrasos no es ninguna de ellas. El auténtico motivo: las compañías aéreas están mal acostumbradas.
Un ejemplo, en el BOE de hoy: "Resolución de 10 de octubre de 2008, de la Tesorería General de la Seguridad Social, sobre autorización para diferir el pago de las cuotas empresariales de la Seguridad Social y por conceptos de recaudación conjunta de las empresas que ejercen su actividad en el sector del transporte aéreo".
¡Está claro, están habituadas a los retrasos! ¡Si hasta pagarán las cotizaciones de los trabajadores 9 meses más tarde!
El motivo: "El continuo incremento en el precio del carburante junto con la caída de la actividad en el sector del transporte aéreo" (preámbulo de la norma), algo que no es ninguna verdad absoluta (hoy el petróleo está a menos de 70 dólares y, además, el dólar a 1,32 euros -valor más bajo en dos últimos años, creo-).
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