Una de mis aficiones es el coleccionismo diverso. Recibo hoy el catálogo de Soler y Llach, una casas de subastas de Barcelona que, con cierta regularidad, realiza, entre otras, la venta de carteles de época (publicidad y cine), una de esta clase de cosas de las que un servidor posee algo coleccionado (muy poca cosa, hay que decirlo).
Pues bien, el catálogo, en lugar de ser en el tradicional soporte papel (unos catálogos que, por si mismos, ya valía la pena guardar), ahora me lo han enviado en soporte CD.
Dicen: "Soler y Llach ha tomado la decisión de reducir sus tiradas de catálogos de los próximos años hasta un 50%, lo que es los (sic) mismo reducir anualmente el consumo de papel en 15 toneladas anuales, que son 45 metros cúbicos de madera, que corresponden a 195 árboles de tamaño medio, más el consumo de energía, agua y contaminación atmosférica".
Pues muy bien hecho. Ahora sólo se trata de ir mejorando la usabilidad del catálogo digital, de aumentar el número y calidad de los carteles en venta (sólo hay uno de Disney) y, en la medida de lo posible, trasladar las mejoras ambientales y de reducción de costes en unos precios de salida sensiblemente más bajos.
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