En la UPF hoy ha sido un "Día de" votaciones. Se escogía Rector. Bueno, lo de "escoger" es un decir. Sólo había un candidato y, como no podría ser de otra manera, ha ganado.
Desde aquí, mis sinceras felicitaciones. Dice mucho de uno (y también de los demás) cuando uno es el único a la hora de presentarse a un cargo. Especialmente si es el de Rector (o "abad" o "prior", si seguimos las apreciaciones "Taglianas").
Aunque no será hasta mañana cuando se le proclame provisionalmente (definitivamente lo será el día 4 de marzo), reitero mis felicitaciones. Y mis ánimos. Ya que son muchos los retos que tiene delante. Y, muy especialmente, el del colectivo Alumni de la casa, sobre el que muy acertadamente se ha pronunciado un amigo y compañero bloguero (a la par, presidente del único órgano representativo de los mismos -mi presidente-), y cuyas palabras suscribo.
Confiemos que, retornada la normalidad institucional tras el período electoral (necesariamente convulso), se resuelva este tema eficazmente. Nosotros, en eso estamos.
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