Sofía (I)

Aterrizaje en Sofía en un vuelo de la compañía WizzAir exento de incidencias remarcables.

Cuando fueron comprados los billetes, el vuelo salía de Girona. Sin embargo, el pasado mes de diciembre la compañía cambió el aeropuerto por el del Prat (algo de lo que me enteré via web y no a través de un email que aseguran me enviaron), una gran ventaja en mi caso ya que me ha permitido estar en el Despacho hasta las 14.00 h. (trabajo no falta).

La aventura ha sido al llegar. El aeropuerto de Sofía dispone de dos terminales. La más vieja y decrépita (adjetivo apropiado dónde los haya) es la asignada. Mala suerte. Nada abierto y al llegar, además de familiares en espera de pasajeros, no veo ningún comercio abierto (ni cambio de moneda ni nada). Sólo hay un par de guardias franqueando la entrada/salida de la terminal y, frente a ellos, unos "sui generi" personajes ofreciendo sus 'servicios de taxi'.

Como ya había leído al respecto, con aire decidido y como si fuera la vez número 1000 que aterrizo aquí, salgo de la terminal para dirigirme a la parada "oficial" de taxis (gélido exterior, mano derecha).

En un claro sprint (para algo han de servir las carreras), me impongo a un señor cojo y una señora manca (en realidad no tienen minusvalía alguna, pero lo parecía) para coger el último taxi, cuyo conductor (tamaño XXL) ni sale ni nada del vehículo para abrir el equipaje. Supongo que hace frío (mucho) para todos.

Se pone en marcha. Le indicó el nombre del hotel. Hace como si no me entiende. Le enseño su nombre, dirección e incluso un mapa del recorrido. Apenas no  mira el documento. Como me himajino, me había entendido a la primera.

Todas las guías de Sofía (incluyendo la que  me he dejado en casa) avisan de los en-todas-partes-pero-aquí-mucho-más "problemáticos" taxistas, recomendando coger sólo los de compañías como "OK" (como es el caso).

Un trayecto desde el aeropuerto hacia el centro de Sofía no debe costar más de 6 u 8 leva (3 ó 4 euros), se supone.  Al final acabo pagando 10 (en realidad el 'taxímetro' marca 9 y algo), pero como no deja de ser barato (en términos comparativos con España y cualquier otro lugar y como no he tenido que esperar congelándome) estoy contento.

Algún lector suspicaz podría preguntarse: "¿Cómo ha pagado en moneda local -leva- si a la llegada no había oficina de cambio -o estaba cerrada- y debe saberse que no se puede adquirir moneda local fuera de Bulgaria -no es posible, creo, adquirirla en bancos-?." Pues o bien sacas dinero de un cajero (y no quiero saber la comisión que te aplican) o... tras comprar y pagar en euros en el servicio de 'catering' del vuelo, convences a la azafata (cosa a la que al principio se negaba) a que el cambio te lo dé en moneda local.

Me alegro de haberlo hecho así.