Acabado el centro histórico, hechas las fotos de rigor, visitadas las iglesias y los edificios gubernamentales y de poder (sí, es una manía viajera personal ver los ayuntamientos, parlamentos, y otros -entos oficiales), el día de hoy se dedica a otros centros con no menos poder, los comerciales.
Ver los shopping mall es una fijación propia en cualquier viaje. No se trata tan sólo de poder comprar cosas (algo que no hago mucho), sino que son una pequeña y fidedigna muestra de la vida real.
Ayer fue el turno de Aupark, centro muy próximo al casco urbano histórico de Bratislava.
Hoy, mediante el tranvía número 4, visita en primer lugar al Shopping Palace, un mix de centro comercial (las dos primeras plantas) y edificio de oficinas (resto del bloque), acompañado de un Tesco gigantesco. La variedad de tiendas es escasa así como de opciones gastronómicas. De hecho, es uno de esos tristes quiero-y-no-puedo a nivel comercial.
Menos alejado del centro, y accesible también a través del tranvía número 4, está el Polus City Center, un centro comercial algo más digno (McDonal'ds inclusive), con cines, wifi gratis y, sobretodo, ubicado al lado de un magnífico lago con extensos jardines, cisnes, mesas de picnic, instalaciones deportivas dónde, al parecer, la gente viene (y lo entiendo) a pasar el día.
Teóricamente existe un centro comercial adicional, el Avion Shopping Park, que debería estar (según información de la pánfila sra. de Información turística) al final de la línea del tranvía nº 4 (tienen más, conste). Pues bien, llegados al final de la línea, no fui capaz de hacer otra cosa que volverme ya que la parada final te deja (sin indicaciones ninguna) al lado de un pseudo-cámping en medio de una autopista.
A nivel informativo, sépase que los precios, en general, son algo más bajos que en Barcelona, pero no mucho. Y que aquí también están ahora de rebajas.
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