Día del Decorador

Hoy se celebra el “Día del Decorador”, una jornada dedicada a aquellos que hacen una cosa que debería resultar sencillo y no lo es: hacer que tu casa (o cualquier otra) ‘quede’ bien.

Yo sólo conozco a decoradores que consiguen que las casas de los demás queden bien, algo que son incapaces de conseguir ni con la mía ni las suyas propias (sí, innecesaria reiteración).

Realmente es una profesión complicada, con mucho intrusismo. Cada mes (o menos), los quioscos de inundan de revistas de decoración (Nuevo estilo, El Mueble, Casadiez, Cosas de Casa, Interiores, Cocinas y Baños, Casa Deco, Mi Casa, entre otras), publicaciones que están entre las más leídas/reservadas en las bibliotecas populares. 

Lo que no entiendo es que tengan un espacio propio como “Decoración” en tales bibliotecas, cuando esta claro que no es sino un subgénero de “Ficción”, porque, a ver… ¿quién de verdad tiene esos salones o esas cocinas? Muchas veces observo baños que son dos veces más grandes que todo mi piso... Por no hablar de los “cuartos de juegos” que tienen algunos niños… Y conste que no es sólo cuestión de tamaños (obsesión personal general) sino también de utilidades… Por ejemplo, ¿realmente uno puede estar cómodo en según que decorativos sofás? ¿dónde tienen/esconden la plancha?

Decoradores, felicidades, por vuestro “Día de” y por vuestra himajinación. Y que conste que uno no puede estar más de acuerdo que con algunas manifestaciones (especialmente si se aplica a la pancartista):