“¿Qué tal el viaje?” me pregunta la recepcionista del hotel W de Barcelona en el momento de solicitar la llave de la habitación. Supongo que es la inercia y la visión de una pequeña maleta. Por supuesto le digo que bien. No voy a responder a una pregunta de cortesía con información detallada e ¿incómoda? acerca de que mi viaje comprende, a lo sumo, la distancia entre la Diagonal y la costa dónde se encuentra el hotel.
“Sólo una noche, qué lástima” y ahí, al menos, sí que acierta el comentario, porque realmente la estancia en el hotel W es altamente recomendable.
No sin polémica, el hotel, situado en un enclave que con motivo muchos pueden considerar como privilegiado (en todos sus sentidos) y con una altura que le dota de una personalidad propia algo rupturista en el skyline de la ciudad, tiene algunos aspectos simplemente magníficos.
Para empezar: las vistas. La habitación (una ‘fabolous’) en la planta 23 ofrece un magnífico panorama marítimo. Además, es un hotel dotado de playa ¿propia? y una terraza con piscina que, por la noche, resulta un lugar ideal para tomar un cóctel (aunque son un poco limitados en su ‘repertorio’, doy fe de ello) con música lounge con dj. en directo. También tienen su Bar Eclipse, en la planta 26, uno de los lugares más exclusivos actualmente de Barcelona.
A mi entender, es el único hotel de lujo de vacaciones “de sol y playa” en Barcelona. La terraza que por la noche es un lugar encantador para disfrutar de la noche al aire libre, se vuelve un enclave exquisito por la mañana para tomar el sol, con acceso a la zona de playa por si se quiere tener la sensación de la arena, ofreciendo unas vistas muy recomendables durante el desayuno-bufé (bien surtido) que puede tomarse justo al lado.
En la parte "negativa”: Parte del personal no está del todo bien formado, aunque es voluntarioso; el parking del hotel suele ser de pago (y está alejado sin posibilidad de aparcar en la calle –no hay zona para hacerlo-) y pese (o por) estar recién construido, algunas cosas no acaban de estar bien acabadas o presentan pequeñas deficiencias. También he de calificar como negativo el hecho de que, por diferentes obligaciones, uno no haya podido apurar todo el tiempo posible de hoy disfrutando del hotel.
Conclusión: Muy recomendable hotel para el verano en Barcelona.
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