(Este post se corresponde a actividades hechas el pasado 29 de julio)
Tras la llegada al hotel y la visita turística en autobús descubierto (con dos integrantes que casi perdemos ya que en Alemania, una pausa de 14 minutos es de 14 minutos, no de 15 o más –el autobús estuvo a punto de partir sin ellos-), quedamos para comer en un café-restaurante típico marinero.
De hecho, es tan típico que intuimos que la comida no va a estar a la altura de las expectativas (había hambre) así que, tras sólo tomar una ronda inicial de cervezas, en una hábil maniobra, acabamos cenando en el cercano y precioso restaurante Lutter & Wegner, de más que recomendada visita.
Al lado del mar, con unas grandes vistas, la carta es más que correcta. Me decanto por una carne argentina que está justo en su punto. Lo único malo: cerraban la cocina a las 23:00h., cosa que implica que todo el grupo se queda sin postres (cosa que no nos advierten al principio, sea dicho de paso).
Tras la sabrosa cena en un entorno, reitero, muy agradable, vamos a tomar algo (un cóctel) en el bar sito en la última planta de un hotel. Se trata del top fashion 20 Up Bar & Lounge sito en el hotel Empire Riverside, con grandes vistas nocturnas de la ciudad. Un buen sitio y que recomiendo vivamente visitar.
Buena carta de cócteles y animada clientela. Durante largo rato estoy comentando aspectos políticos acerca de Cataluña, el Estatut, el idioma catalán y la siempre controvertida relación España-Cataluña con diversos interlocutores (en francés y alemán –sustituyendo gran parte de este último idioma por inglés-).
A una hora decente, regresamos casi todos al hotel en diversos taxis, que mañana hay muchas cosas que hacer.
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