Hace un tiempo, comenté aquí el 'revival' de las "pulseras solidarias". En aquella ocasión, se trataba de un recentísimo lanzamiento de unas pulseras de color amarillo-verdoso como muestra de soporte a la que por la prense aparece como la única niña del mundo desaparecida.

Hoy recibo un correo electrónico de una conocida marca internacional de ropa juvenil (sobre este último aspecto, no acepto comentarios) que promueve una campaña solidaria que usa también (aunque no exclusivamente) el pulseril concepto.

Tras el oportuno glimpse a la página web de la campaña observo que la marca anteriormente citada/mencionada (aunque no detallada) actúa como uno más (o el principal) de los varios patrocinadores que colaboran con esta fundación que, a tenor de los fines a los que atiende y sus 'socios' de proyecto, bien merece el presente post, la limitada difusión que ello pueda significar y una visita (como mínimo) por parte de los lectores himajinarios.

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