Amigos y piso

Está claro que tengo la fortuna de tener buenos amigos.

Apenas regresado hace unas horas de Lisboa, habíamos quedado unos cuantos amigos (un total de 10) en el restaurante MAUR  para vernos tras el verano y comentar las diferentes novedades (incluyendo crónicas viajero-estivales).

Tras la comida, visita y café en el piso, que recibía por primera vez una "delegación" tan numerosa. Y como digo, es una suerte tener buenos amigos que sólo tengan comentarios amables y buenas palabras hacia el piso.

Me ha alegrado que hayan estado aquí. Confío que en un futuro no demasiado lejano incluso la comida pueda organizarse aquí y luego compartir café, confidencias, anécdotas y ¿por qué no?, alguna partida con la Wii (casi cualquier juego tiene un toque "social") o al Guitar Hero de la Xbox360.

Nota: En los próximos días iré desgranando algunos de los temas que se trataron. Uno de ellos es un bombazo, pero hasta que no sea un auténtico 'vox populi' en determinados entornos, uno mantendrá un prudencial silencio. Hasta entonces, comentaremos otras cosas que también tienen su qué.