En mi afán por conocer territorio (barcelonés,catalán, mundial) siempre he creído que un momento óptimo para hacerlo es cuando dicho territorio está de celebración, especialmente si esta es interna, esto es, para los propios lugareños y no para “extranjeros”.
Conclusión: me gustan las Fiestas Mayores. Y el acto que más me gusta (además de la creciente popularidad de competiciones atléticas ‘de barrio’) es el baile “de envelado”, con orquesta, con sus pasodobles, sus cha-cha-chá, sus salsas, sus merengues, sus cumbias, sus rancheras, sus versiones de “la canción del verano”, sus bailes del farolillo, etc.
Me gustan porque son actuaciones que muchos de nuestros mayores esperan durante todo un año. Gratuitas (aunque ya no siempre), se nota como las Sras. (más que los señores) se visten para la ocasión y que muchas parejas se preparan especialmente para dar muestra de sus muchos años bailando juntos (quizás se conocieron en un baile/guateque similar). Y todo ello, es bonito.
Tradicionalmente, las buenas orquestas dividen su sesión en dos partes. Los primeros bailes son más técnicos (más “bailes de salón”), de modo que quienes más saben “bailar”, esto es, la ‘gente mayor’ (no se me enfaden) puede empezar a dar muestras de sus habilidades. Es relativamente temprano y se “está fresco”.
La segunda parte suele tener más canciones de “estilo libre”, aptas para un público más amplio. No deja de ser tarde y, si se ha estado bailando durante la primera parte, mayores y no mayores empiezan/amos a notar el cansancio.
Este esquema ya no siempre se sigue. Poco a poco, los bailes técnicos se reducen. Hay menos merengues o cumbias o pasodobles. Casi no se ponen ‘rocks’ o ‘twists’. Y, con cierta lógica, la orquesta intenta “popularizar” el baile, haciendo que participe más gente.
Incluso parece haber reparo a interpretar canciones “antiguas”. Es comprensible. Y, como siempre, el equilibrio perfecto sé que es complicado. Pero entiendo que es un error. Los más jóvenes tienen otras muchas opciones de ocio incluso durante las mismas fiestas. No así los más mayores, quienes cuando los ritmos no son ‘suyos’ o cuando la zona de baile ya no es tal (es más una zona de diversión, con gente incluso bebiendo, niños, etc.), se retiran dando por finalizado ‘su’ (“merecido”, añado) disfrute.
Los Sres. de Aquarium leyeron (y contestaron) mi post de la semana pasada y mi “crítica” de su actuación. Sépase que es a esto a lo que me refería. Y sépase también que, dado que en su web tienen marcada su agenda de actuaciones, uno va a verles, escucharles y bailarles unas cuántas veces en los próximos meses.
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