Timisoara (II). Parón dominical

Voilà la llegada de la Maratón de Timisoara:

 

No, no he participado. Pero sí he comprobado cómo de especial es esta prueba, que hoy se celebraba en Timisoara con la llegada situada en su plaza central (preciosa).

 

Además de ver a algunos de los corredores en sus últimos kilómetros, al lado de la meta había una exhibición de artes marciales. Y es que, siendo domingo, poco más se podía hacer que atender a estas cosas.

 

Tiendas cerradas (punto de información turístico incluido), Timisoara es una ciudad en la que con apenas un par de horas ya se ha visto todo lo que se ha de ver, por lo que, tras una mañana de exploración turística de pobre resultado, se opta por volver al hotel, con la intención de disfrutar del anunciado jacuzzi, sauna y gimnasio.

 

Pues bien, !todo ello también está cerrado los domingos! :( El motivo, al parecer, que debe haber alguien que hoy no trabaja.

 

Afortunadamente, solicito un lector de DVD con el que puedo casi acabar la segunda temporada de "Perdidos" (sí, me he traído los DVD de casa). Conste que no sólo lo hago por un interés televisivo, sino para ver si me sirve de inspiración en el planteamiento de un asunto del despacho que me traído aquí y que a veces resulta más complicado y sorprendente que cualquiera de las tramas que suceden en la isla.