Tokio IV. La Feria del Corredor

(post del día 27/2/2010)

Efectivamente, mi primer objetivo (temporalmente hablando) en Tokio era ir a la Feria del Corredor que tiene lugar hoy con motivo de la Maratón que mañana se celebra en Tokio.

Por fortuna, dicho salón no está demasiado lejos del hotel. Adquiero mis primeros billetes de “metro” (en realidad, es un monorrail) y me voy al Tokyo Big Sight, impresionante edificio dónde tiene lugar.

Lo impresionante no es sólo el edificio, sino la actividad que hay en el interior de la Feria. Alucinante.

Cuando empecé a preparara el viaje, observé que coincidía mi llegada con la Maratón (y una carrera simultánea de 10km). Lamentablemente, los plazos para apuntarse se habían agotado hace meses y todos mis esfuerzos (que no han sido pocos desde entonces) por apuntarme no habían tenido éxito… luego sólo quedaba probar en la Feria del Corredor.

Y no lo he conseguido. Estaba dispuesto a pagar cualquier ‘extra’ razonable e incluso probar a hacer mi primera maratón (idealmente quería hacer la carrera de 10km), pero nada.

Y me ha sabido muuuy mal. Primero porque he de reconocer que estoy acostumbrado a que estas cosas “me salgan” y esta vez no ha sido así. Segundo, porque venía preparado a nivel de equipación (camiseta correcat y sedentaria incluidas). Pero tercero (y sobretodo), porque el ambiente de la Feria es espectacular, de verdad. Dan ganas de hacer esta maratón. De formar parte.

Hay muchos stands dónde puedes hacerte fotos simulando tu llegada. Hay exhibiciones, charlas técnicas, multitud de stands con venta de ropa, accesorios, bambas, calcetines, alimentos y bebidas energéticas, venta de recuerdos, promociones de futuras maratones (Sidney, Toronto, Berlin, Tailandia, entre otras), máquinas de gimnasio, relojes y cronómetros… vamos, de todo, y muy animado y con mucha gente.

Salgo pues, decepcionado, con un estuche comprado de pins sobre esta maratón, un mapa en relieve del recorrido muy chulo y las ganas (y el objetivo secreto) de ser uno de ellos en una próxima ocasión.

Regreso caminando al hotel, con visita al Venus Fort Shopping Center y el Aquacity (otro centro comercial) que ya serán objeto de un post sobre centros comerciales. Y a dormir, que estoy rendido.