Desde el año 2005, algunas entidades celebran hoy el “Día Internacional del Preso Político”, una jornada que, como tal, tiene toda la simpatía himajinaria, si bien no todo autodenominado “preso político” lo es precisamente por su aspecto “político”. En otras palabras: no es lo mismo un “político preso” (de esos hay pocos) que un “preso político” (lamentablemente, hay más).
Dicho esto, debe aclararse que los promotores no promueven (aunque sería una buena idea) encarcelar a los políticos (aunque más de uno parece merecerlo), ni tampoco dar la libertad a los Julian-Muñoz de turno (como podría parecer desde la “Coordinadora por la Libertad de los Presos Políticos”), no.
Se trata de promover la libertad de todos aquellos que estén encarcelados o sufran consecuencias negativas porque sus ideas supongan un desafío o una amenaza para el sistema político establecido, sea este de la naturaleza que sea.
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