Hoy, en México, se celebra el “Día del Albañil” (jornada vinculada con el “Día de la Santa Cruz”), una jornada de reconocimiento a los profesionales de la construcción ya que, en realidad, es una jornada semi-festiva para todas las personas involucradas en este mundillo (salvo los especuladores inmobiliarios).
La costumbre es organizar una comida en grupo dónde se realiza la obra y, tras decorarla, acudir a una iglesia para dar gracias por el trabajo que les ocupa y que les permite ganarse la vida.
Tal y como comentábamos con ocasión de esta jornada hace unos años, es muy habitual recordar este “Día de” al tiempo que se recuerda una de las “habilidades” albaliñeras más típicas: el arte del piropeo.
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