Escribir las crónicas/comentarios de los partidos del Barça está resultando más deprimente de lo que en un principio auguraba. La idea era sencilla: obligarme a ver todos los partidos bien sea en el estadio, en televisión 'pública' o 'pay per view' con la excusa de tener luego que escribir sobre los mismos.

Ahora bien, esperaba que el porcentaje de resultados positivos (y de buen juego) fuera bastante superior.

El partido empezó muy mal, con una alineación en la que aparecía un nombre que no prefiero ni mentar. Y pasó lo que pasó. Ni el Recreativo de Huelva jugó un magnífico partido ni el Barça hizo partido especialmente malo. Lo que sucede es que siempre estamos jugando con un par de jugadores menos que el equipo rival.

Hasta el extremo es así, que cualquier avispado espectador podrá ver como los jugadores 'normales' evitan conscientemente pasar la pelota a algún que otro compañero ya que son conscientes a que equivale, directamente, a pasarla al rival.

En el fútbol, igual que en cualquier empresa. Si se quiere excelencia, los más malos, los que están por debajo del nivel, fuera. De otro modo, los 'buenos' se relajan y en lugar de una empresa/club deportivo, parece todo un club social.

Por cierto: ¿cuántos penalties algo dudosos, goles fantasma y demás atrocidades futbolísticas nos están pitando ultimamente? (conste que lo pregunto sin que ello cambie un ápice mi idea de que se está regalando la competición).

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(c) Daniel Vidal. Con la tecnología de Blogger.
 
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