Ayer se cometió una barbarie: unos indeseables acabaron con la vida de 12 personas en un ataque a un semanario satírico francés (Charlie Hebdo) en el que, al parecer, se habían publicado cosas que no eran de su agrado.
Es una tragedia. Por las vidas perdidas y por la naturaleza del ataque. Por lo ilógico del mismo. Porque acabando con esas vidas no se callan o se ocultan los mensajes indeseados, sino que se acrecienta su poder de difusión. Por lo que representa. Por el extremismo y la voluntad de una única visión.
La lógica consternación y pesar ha conducido al Presidente del Gobierno francés a decretar hoy “Día de Duelo Nacional”, en uno de esos “Días de” que Himajina agradecería que no existiesen, pero del que debemos dar cuenta.
Y eso que quiero dejar claro que, seguramente, es posible que tampoco fuera de mi agrado lo que se publicaba en dicho semanario. Que incluso me pareciera mal que lo hicieran. Pero agradezco enormemente que eso sea posible.
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