La única alternativa, en tales casos, es el anonimato. Y desde el mismo, poder exponer, comentar y defender puntos legítimos de vista.
Sin embargo, ello no siempre resulta ni sencillo, ni viable. Sirva como ejemplo lo que explica el último número (7 abril 2008) del magazine "BusinessWeek" en el artículo "Busting a Rogue Blogguer", en relación con un abogado especializado en patentes (complejo mundo, especialmente en el sistema americano) que, trabajando para una gran corporación, escribía anonimamente sobre algunas de las 'bajezas'/curiosidades de dicho sector.
Confío que los lectores himajinarios comprendan entonces el porqué de los denominados "Días de", las críticas cinéfilo-teatreras, el Barça (arrgh!), etc.
Por cierto... mientras que un amigo blogguero (top 10) se refería hace unos días al futuro de los periódicos... ¿qué pasará con los magazines? El artículo que yo leo en formato revista (previo pago)... ¿accesible gratis on-line?. ¿Los generalistas, sí y los especializados, no?... veurem...
Es un poco dificil, ademas son temas de leyes que hay que saber donde se van a publicar.
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