Hoy se celebra el “Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo” (también conocido como el “Día Mundial de la Ciencia”), una jornada proclamada por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura) en su Resolución 31C/20 aprobada, previo informe de la Comisión III, en la 19ª sesión plenaria, el 2 de noviembre de 2001.
La propuesta surgió de la Conferencia Mundial sobre la Ciencia celebrada en la ciudad de Budapest en 1999. Se consideró que el “Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo“ constituiría una oportunidad para reafirmar cada año la voluntad de alcanzar los objetivos proclamados en la Declaración sobre la Ciencia y el uso del Saber Científico y para el seguimiento de las recomendaciones del Programa en pro de la Ciencia: Marco General de Acción.
Un extracto del mensaje institucional de este año de Irina Bokova, Directora General de la UNESCO: «La ciencia no puede desarrollarse aisladamente, sino que florece merced al diálogo interpersonal y la interacción de culturas y comunidades, y mediante la reflexión conjunta. La ciencia prospera en un terreno rico en la diversidad y en una atmósfera que propicie la difusión y el fecundo intercambio. Para que las ideas se desarrollen, han de viajar, para que arraiguen, han de compartirse y para que beneficien a todos, tienen que ser accesibles».
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