Ayer, mis amigos y compañeros de la Associació d'Antics Alumnes de la Univeristat Pompeu Fabra (AAAUPF), tuvimos Junta. Y como suele ser habitual, tras ella, nos fuimos a cenar (otro día explicaré dónde vamos) y, tras la cena (en la que aún se tolera hablar sobre algo relativo a la asociación), nos fuimos a tomar algo al Cent Onze, uno de nuestros refugios ya tradicionales.
Como en todas las post-cenas está prohibido de hablar de temas de Junta, ocupamos nuestro tiempo entre la carta de coktails y una muy interesante charla acerca de la credibilidad de Internet, de "lo digital", y de los criterios de autoridad en Internet. Para ello, se puso como ejemplo en varias ocasiones el fenómeno de Wikipedia.
Pues bien, en mi lectura de emails de hoy (ayer fue difícil por ciertos problemas con Outlook 2007), obervo/leo una interesantísima discusión en el foro de IWETEL (de RedIris), cuyo "hilo" inicia un ilustre del sector [Isidro F. Aguillo] con el titular "La Wikipedia y la Web 2.0 crean océanos de mediocridad. La “dictadura de los idiotas” triunfa sobre la experiencia.", basándose en el libro "Cult of the Amateur" (libro que se añade a mi lista de 'cosas pendientes').
Una vez más, me quedo perplejo ante tanta coincidencia. Y, de nuevo, constato no sólo el alto nivel de mis colegas de Junta en sus aportaciones (con posturas de igual o mejor nivel a las de los profesionales de IWETEL), sino del placer que da poder tratar dichos temas con tal compañía y ambiente.
En menos de lo que tardo en escribir este comentario y usando Google encuentro esta cita de Rousseau:
ResponderEliminar«Considerando los terribles desórdenes que la imprenta ha causado ya en Europa, juzgando el futuro por el progreso que el mal hace de día en día, se puede prever fácilmente que los soberanos no tardarán en ocuparse tan cuidadosamente por arrojar este arte terrible de sus estados, como antes de introducirlo» (J. J. Rousseau, Discursos a la academia de Dijon: 72).
Extraido de El buen salvaje de Rousseau, de José Antonio González Alcantud
Si la AAAUPF hubiera existido antes, o Rousseau volviera a existir... sería miembro de la Junta !
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