Se trata del “Pentecostés”: siete semanas después de la Pascua (Deuteronomio 16.10; Números 28.26); es decir, cincuenta días después si incluimos el propio domingo de Pascua. Tal es el origen del nombre griego de Pentecostés. Así como el apelativo de “Pascua Granada” proviene de la tradicional conmemoración del fin de la recogida de la cebada.
En Barcelona (y muchos municipios de su entorno metropolitano), aún sin cebada, hoy es una día oficialmente festivo (festividad local), cosa que es especialmente de agradecer teniendo en cuenta el buen tiempo que suele darse por estas fechas y al coincidir el festivo, necesariamente, en lunes.
En mi caso, yo sigo el encierro casero, afortunadamente algo recuperado (más de un litro de zumo de naranja recién exprimido tomado esta mañana), ordenando la videoteca y la musicoteca., un tanto abandonadas de un tiempo a esta parte.
Se ha aprovechado para guardar trajes de invierno, recuperar los de verano y comprobar científicamente como la ropa guardada en el armario durante un largo tiempo sufre dos fenómenos dignos de estudio:
- encoje (toda ella va más pequeña que antes)
- pierde parte de su atractivo (suponiendo que alguna vez lo tuvo).
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