Hoy, con el dorsal 60360, he participado en la 35ª Cursa del Corte Inglés, con la particularidad de haberla hecho, por primera vez, caminando, ya que me acompañaba una atleta de poco más de tres meses.
Ello significa salir casi 40 minutos más tarde del inicio (no se ha de molestar a runners ni a quienes quieren disfrutar de lo que, en realidad es, una carrera popular), compartiendo así la línea de salida con otros padres/madres con cochecitos, niños pequeños, perros, un cerdito, gente disfrazada, etc.
Un colectivo venezolano haciendo campaña y un grupo de protesta contra los recortes nos han acompañado durante varios metros. Los primeros, mira, aún se lo pasaban bien. Los segundos, ciertamente, con tanto silbato, la verdad es que molestaban algo. Cuestión de acelerar el paso y dejarlos (casi más propio es decir dejarlas) atrás.
En el primer puesto de avituallamiento ya no había agua. Lamentable. Sí habían personas que estaban recolectando, en cantidad industrial, los tapones de los botellines de agua. Increíble.
Ha sido una experiencia diferente a la de otros años (ver aquí, aquí y acá) al hacerla caminando y con evidente sobrepeso (personal y ajeno).
Guapo/a
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