Creo ya haber comentado por aquí la magnífica labor formativa, educativa y cultural que lleva a cabo el teatro, especialmente a determinadas edades.
La asunción de un rol o papel, la pertenencia a un colectivo, la disciplina y "el directo" con el público son unos valores y unas habilidades de una importancia capital que las clases de teatro escolar (y ¡universitario!) desarrollan y aún deberían potenciar más.
Hoy, en el Día Mundial del Teatro Infantil, jornada promovida por la Asociación Internacional del Teatro Infantil y Juvenil (Assitej International), quisiera destacar no sólo el teatro hecho por niños y jóvenes sino el hecho para niños y jóvenes, ya que son muchas de estas obras las que han servido tanto para formar a actores (no es nada fácil actuar para niños) como para formar a futuros espectadores de teatro.
Barcelona tiene una magnífica oferta de representaciones teatrales, musicales y operísticas para los más pequeños, con unos resultados más que satisfactorios. Ahora bien, me pregunto, ¿se sigue llevando a clases enteras de adolescentes y preadolescentes a obras de teatro como "Mar i Cel"?
Me gusta el teatro dirigido a los niños, pero nunca he soportado las marionetas. ¿Soy un bicho raro?
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarAún con casi un año de espera, disculpa que responda a la que confío retórica pregunta diciéndote que no, no creo que sea anómala la alegria marionetil.
En cualquier caso, puedo asegurar que he visto y disfrutado algunas obras de marionetas absolutamente maravillosas, encantadoras.
Gracias (tardío) por el comentario