Así, con mayúsculas, hoy se celebra el “Día de Salvar a las Ranas” (“Save the Frogs Day”).
Las ranas están desapareciendo, algo que no deja de ser un misterio y un indicador bastante fiable de que las cosas, medioambientalmente, no están funcionando muy bien.
La gente se inquieta, se preocupa por esta desaparición lenta, constante, silenciosa de estos batracios. Sin embargo, Himajina sabe qué sucede con ellos. Muchos mueren atropellados o hundidos, por culpa de negligentes jugadores de máquinas recreativas y consolas (Frogster, qué tiempos):
Y además de ello, otras muchas ranas y sapos tienen un final más macabro: ser ingredientes en las ensaladas:
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