Por culpa del tiempo (meteorológicamente hablando muy malo; temporalmente muy escaso), apenas he podido disfrutar la ciudad. De hecho, el mayor disfrute ha sido en el hotel .... (baños calientes, victoria del Barça).
Sin embargo, a diferencia de mi ¿única? experiencia viajera decepcionante -Venecia (dónde no creo que vaya a volver antes de que me jubile -como mínimo-), Viena bien merece una segunda y más extensa visita.
Su oferta cultural es amplísima y creo que, además de los lugares 'emblemáticos', deben existir multitud de rincones de preciosa estampa y agradable disfrute.
Teniendo presente, además, su ubicación y sus buenas infraestructuras de transporte, es un estupendo punto de partida hacia multitud de destinos próximos e interesantes.
Eso sí, mejor regresar cuando el tiempo mejore.
Hola. Sí, creo que sí que merece la pena ir. Los museos son impresionantes y los parques con buen tiempo también (Schönbrunn). Y el tesoro imperial! Fascinante...
ResponderEliminarCoincido contigo...
ResponderEliminarDejaremos esta visita como un "preliminar", esperando volver a Viena para poder disfrutarla plenamente.
Yo he estado dos veces en Viena, y la primera tuve una experiencia parecida a la tuya, donde no pude ver prácticamente nada de la ciudad.
ResponderEliminarLa segunda vez, en pleno verano y con tres días libres por delante sí que la pude disfrutar, y vale la pena. Nada que ver con la imagen que te queda cuando vas en invierno y por poco tiempo.
Un recuerdo a mis antiguas entradas:
http://blog.txapulin.net/2005/07/pasteleria-sacher-en-viena-antes-y-despues/
http://blog.txapulin.net/2005/07/viena-monumental/
http://blog.txapulin.net/2005/07/viena-en-general/