José Pedro Varela impulsó una reforma fue de esencial importancia en la historia uruguaya, que desterró el predominio de la educación privada católica para una élite privilegiada y transformó a la enseñanza en un deber del Estado, abarcando la totalidad del pueblo, fiel a sus principios de gratuidad, laicidad y obligatoriedad.
No hace falta que se diga que Himajina apoya tal visión “pública” de la educación… eso si, de calidad, por favor:
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