Como expusimos el año pasado con ocasión de esta jornada no resulta claro cuál debe ser la denominación correcta (“..de la Mujer” o “.. de la Mujer Trabajadora”) ni su exacto ámbito de extensión.
Sea como sea, en Himajina consideramos que este “Día de” está dedicado a todas las mujeres por cuanto todas ellas, en un mayor o menor grado, trabajan (y usualmente, sin el debido reconocimiento).
Esta fecha cumple hoy, según como se mire, su 100º aniversario, ya que su origen se encuentra en la primera Conferencia Internacional de las Mujeres realizada en Copenhague en 1910.
Sea como sea, un servidor entiende que esta fecha debe ir más allá de la reivindicación doméstica (ver viñeta superior) y procurar, por un lado, evitar que el hecho de ser mujer (con todo lo que ello implica) pueda ser obstáculo insalvable para nada (ayer en el vuelo de regreso a Tokio estuve viendo la película “La Papisa”, que gira entorno la leyenda/mito/historia de la Papisa Juana, una mujer que consiguió el papado católico [ser papa] escondiendo el hecho de ser mujer).
Por otro lado, hay que acabar con determinadas actitudes de desprecio hacia el trabajo femenino y algunas sutiles indirectas como la que se acompaña:
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