Hoy, en EE.UU., se celebra el “Día Nacional del Champagne”, una jornada dedicada a esta burbujeante bebida de origen francés envuelta de un glamour a veces un tanto excesivo y que, conjuntamente con el resto de vinos espumosos (cavas, proseccos, y demás) se han convertido en un elemento indispensable en fiestas como la de Año Nuevo de hoy.
No voy a entrar a discutir calidades entre las diferentes opciones burbujeantes (uno tiene clientes del sector y estamos en un país de relativa alta cultura al respecto), pero sí a advertir que en este tipo de cosas, es a veces habitual que te ofrezcan gato por liebre. Incluso sin esconderse:
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