Precedida de la tradicional (¿buscada?, ¿publicitaria?) polémica acerca del cartel de la película, acudo al preestreno de "Diario de una ninfómana", film basado en en el best- seller de Valerie Tasso, quien, acompañando a la protagonista y el director, también estaba en la sala.
Estoy convencido de que los problemas que la distrubuidora tenía en Madrid (dónde no se les permitía publicitar el cartel en según dónde), no eran derivados de una censura sexual o moral. Simplemente las autoridades madrileñas procuraban que en una época de crisis la gente no se gastara sus euros para ver una película tan mala.
Y es que, con independencia de bastante teta y demás, la película es mala. No tendría porqué haberlo sido, ya que la historia podría haber sido mejor explicada y el verdadero argumento ("carpe diem") siempre da mucho juego. El tema da para más y mejor.
Sin embargo, sobreactuaciones, planos vacíos de contenido, mala unión de las diferentes tramas (incluyendo fundidos en negro), aspectos inconexos y una pobre técnica narrativa (uso de recursos como la voz de la protagonista relatando su propio diario), hacen de la película un verdadero desastre.
Dos cosas buenas: El incluir un trozo de la película con diálogos en francés subtitulados (que cunda el ejemplo) y la magnífica (breve y burdamente acabada) interpretación de Geraldine Chaplin.
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