Está empezando a convertirse en una feísima costumbre.
Si la semana pasada estaba previsto participar en la Cursa Lluis Companys y no lo hice, hoy debía haber participado en la "XI Cursa Popular de la Barceloneta", una carrera de 11 kilómetros que me apetecía enormemente hacer.
Tras la comida de ayer, acompañado en la misma por un triatlero olímpico y un matagalls-montserrat, después del café, me acerqué a las instalaciones del Club Natació Barceloneta a la búsqueda del dorsal y el chip.
Lamentablemente, se me hizo un poco tarde, por lo que, si bien llegué a tiempo para recoger ambas cosas, no pude pasarme por el gimnasio, en cuyas taquillas se encuentran mis deportivas para correr.
Entre la falta de equipación, y el anecdótico hecho de despertarse casi a las dos del mediodía, mi participación en la cursa no ha ido más allá de los bastantes euros de inscripción y chip, algo un poco triste si se tiene presente que, a este ritmo, va a ser inviable probar de hacer la media maratón que otro amigo promueve para febrero del año que viene.
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios, críticas, ideas, sugerencias, inquietudes.
Sin tus aportes, todos himajinamos menos.