Aunque mi idea era la de levantarme temprano y hacer algo de ejercicio, resulta que el gimnasio del hotel se tendrá que utilizar por la tarde, ya que tiene el extraño horario de 15-23h. Cosas veredes.
Tras el desayuno (correcto) en el hotel, visita a los diferentes centros comerciales de la ciudad (que carece, propiamente, de comercio propio de "proximidad" en su centro histórico).
Para quien no lo conozca, las compras en un centro comercial "tradicional" de los "países del este" es toda una experiencia, ya que se trata de naves divididas en diferentes tiendas con productos de lo más variopintos. Para mi, tienen un encanto especial, por mucho que nada se compre en ellas.
A destacar el centro "Euro", dónde es posible comprar al mayor y en el que he localizado una auténtica colección de juguetes sobre "Ben10" que no están en España y que espero gusten a mis ahijados (siempre que quepan en la maleta, claro -los juguetes, no mis ahijados-).
Sin embargo, el centro comercial por antonomasia en Timisoara es el impresionante Iulius Mall, un gran centro comercial absolutamente occidental que se está haciendo aún más grande y que tiene todo tipo de tiendas (incluyendo la omnipresente Inditex y sus diferentes Enseñas), incluyendo un megagimnasio y un cine apto para 3D.
Pese a todo, no consigo finalmente comprar mi único objetivo previo al viaje: un par de camisas como las que tuve ocasión de encontrar en Bucarest y que se caracterizan por unos especiales bordados. ¡Mala suerte!.
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