En La Vanguardia de hoy (página 21) se publica un artículo titulado “Banalidad” firmado por Laura Freixas.

banalidad

El artículo, acerca de la banalización de la historia y con motivo de la reciente aparición de un libro (“El Holocausto y la cultura de masas”, de Álvaro Lozano), pone su ejemplo final en el Holocausto indicando, sobre las películas más famosas al respecto, que:Prácticamente todos los judíos sobreviven, el nazi resulta ser un hombre bueno y la naturaleza humana muestra su lado más positivo”. ¿Lecciones de la historia? ¿Qué lecciones pueden extraerse de una historia que ha sido simplificada, falseada, reconstruida para que ilustre una lección decidida de antemano..., o sea, cuando la lección dice exactamente lo contrario de la historia?"

En este sentido, cabe recordar que la historia no sólo se transmite mediante el cine (entretenimiento) sino a través de otros medios mucho más directos y efectivos. Léase:

Conversación entre una niña y un superviviente de Auschwitz:

Niña: Tengo que decirle, señor que lleva Ud. en su brazo un tatuaje mortalmente aburrido. Es sólo un montón de números.

Señor: Bueno, tendría tu edad cuando me lo hicieron. Lo mantengo como un recordatorio.

Niña: Oh! Entiendo... Un recuerdo de días más felices.

Señor: No, de un tiempo en el que el mundo se volvió loco.

"Imagínate a ti misma en un país en el que tus compatriotas siguen la voz de un político extremista al que no le gusta tu religión. Imagínate que te quitan todo, que a toda tu familia la envían a un campo de concentración para trabajar como esclavos, y ser asesinados sistemáticamente.

En este sitio te quitan hasta tu nombre para ser sustituido por un número tatuado en tu brazo.Se llamó El Holocausto, cuando millones de personas perecieron sólo por sus creencias...".

Niña: Entonces lo lleva para acordarse el peligro de las políticas extremistas.

Señor: No, cariño. Lo llevo para recordártelo a ti.

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