Tras el fútbol, son aquí las 8 am, hora perfecta para una ducha y desayunar. Objetivo del día: ninguno. Llueve muuucho, por lo que los planes de mercadillos callejeros, al garete.
La idea “alternativa”, salir a ver qué se encuentra uno en la ciudad.
Y lo que me encuentro es algo sobrecogedor… muchísima gente en la maratón (pero mucha, mucha) pese a que es horroroso el tiempo (lluvia, viento, frío). Muchos corredores, extra abrigados y protegidos. Dónde estoy puedo ver tanto la cabeza de la carrera como el grueso del “pelotón”, ya que es una avenida con doble sentido de circulación maratoniana.
Es tal el frío y la lluvia que regreso al hotel. Me voy a poner las mallas de deporte debajo de otros tejanos (los actuales, empapados). Y nuevas bambas. Por un momento, “me alegro” de que al final, no haya salido lo de la maratón. No hubiera durado nada con este frío.
Tras el cambio de ropa, visita a Ginza, dónde los corredores encaran (aún?) sus últimos kilómetros. ¿Cómo puede ser, a estas horas?, me pregunto. Y observo que los hay (casi todos) a ritmo más bien lento. Por cierto, ahora ni una nube; cielo absolutamente despejado.
Al final, averiguo que aquí la maratón se puede hacer en un tiempo máximo de 7 horas. Al llegar a la noche al hotel (cuando escribo esto) ofrecen por la televisión japonesa (gran cobertura) la “dura” imagen de un señor de cierta edad al que no le dejan (y él ‘asume’) cruzar la meta porque se han cumplido las 7 horas y a el aún le faltan apenas 30 metros para llegar (¡menuda rabia!).
¡Hasta 7 horas! Ahora lo entiendo todo. Aquí la maratón es algo mucho más popular que las maratones que yo conozco (o que creía conocer… no sé, yo pensaba que los tiempos máximos nunca eran superiores a las 5 horas). Casi todo el mundo puede participar. Entiendo mucho mejor que no me lo permitieran y, la verdad, es emocionante ver cómo mucha, mucha gente llega con tiempos de más de 6 horas.
Ahora sí estoy convencido de que me hubiera gustosamente apuntado a esta como mi primera maratón. La organización parece eficientísima en todo (reparto de agua, información sobre los cortes de calles, etc.). Creo que es un magnífico evento deportivo, social y ciudadano.
Resto de la tarde en Ginza. Regreso a media tarde al hotel. Luego Gimnasio en el hotel (horror… hay un báscula que no tengo trucada) y “publicación” de los posts tokiotas hasta ahora.
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