Conseguir lo que uno quiere (y conste que lo quiere en interés de un cliente) de un Ministerio no siempre resulta sencillo y, en ocasiones, es harto difícil.
Precisamente por ello, por la dificultad del logro, hoy ha tenido lugar una magnífica cena con un no menos magnífico cliente quien quería dar muestra de gratitud por el resultado obtenido.
El encuentro, en el siempre espléndido L'Oliana, además de la celebración ha servido para comentar, cómo no, el estado actual de la economía, la crisis, con interesantes argumentos en los que no han faltado alusiones a la época romana, la Edad Media y filósofos de renombre.
Sé que el cliente valora y celebra el logro conseguido (que realmente no era fácil). Lo que valoramos y celebramos nosotros es la existencia de clientes como éste, con los que es un placer trabajar.
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