Los bratislavos son buena gente. Hace apenas medio año que entraron (los pobres) en esto del Euro, por lo que no son extraños los carteles indicando los precios en la antigua moneda local y en la divisa europea.
A diferencia, sin embargo, de lo que pasó en España, los benditos eslovacos han mantenido los precios anteriores sin aparentemente aumentarlos 'con la excusa' monetaria.
Así, no son extraños los precios de 3,21 euros o 6,72 euros, equivalencias exactas a precios previos en su ex-moneda, que estaban marcados en cifras más 'habituales' (25 skk., 150 skk., etc.)
En España, el mismo día que se introdujo el euro todo se redondeó (al alza, por supuesto) con mil excusas (precios psicológicos, facilitación del cambio, etc.). Aquí esto no ha pasado, o, al menos, no tanto como podría esperarse. Se nota que los Fainé, Botín y compañía no pululan por aquí.
Eso sí, ahora tengo un montón de monedas de 1, 2, 5 y 10 céntimos que, literalmente, en Barceloa no sirven para nada, espero al menos que sean con motivos eslovacos en su reverso. Aunque quien sabe, quizás en España están los billetes de 500 euros que les corresponde a Eslovaquia (y a media Europa) y aquí están las monedas de pequeño importe que nosotros, lamentablemente, no utilizamos en nuestro país.
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