La semana pasada el gimnasio al que voy debería ir tenía una promoción bastante curiosa. Para aquellos que se apuntaran ex-novo su cuota era bastante baja (30 euros) siempre que vinieran como mínimo, un par de veces a la semana.
Lo curioso es el “como mínimo”. Al parecer, sólo se puede aprovechar uno del “bajo” precio si acude dos veces o más a la semana al gimnasio. Si no lo hace, la cuota a pagar pierde la bonificación y resulta la normal más cara.
Quedo parado con la idea. Se “premia” a quien usa de manera normal/intensiva/abusiva las instalaciones y no a quien, en realidad, es el cliente ideal (paga y no va –y de éstos hay muchos/as-).
En septiembre de 2008 ya vimos una promoción (no del gimnasio) también bastante particular:
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