Barça 2-2 Real Madrid. Tablas

Buen partido el de hoy, entre dos rivales que han dado buenas muestras de sus respectivas bazas.

El Barça ha salido con miedo, una actitud que de un tiempo a esta parte no le era conocida. Lo he visto claro: el primer balón de portería ha sido lanzado por Valdés a la distancia, nada de juego en corto. Y en los primeros saques de esquina, igual (pese a la ausencia de cualquier rematador con opciones).

El Madrid, por el contrario, ha salido a hacer su juego. Y, parcialmente por la cauta actitud azulgrana, lo ha conseguido. Nuevamente Alves ha dejado chutar a un rival cerca del área (quizás sea una consigna para evitar trayectorias “raras”) pero entre una colocación no afinada de Valdés y la potencia en corto (y con el césped rápido) de Ronaldo, el primer gol ha sido indiscutible. Y el miedo azulgrana, continuó un buen rato.

Hasta que ha venido el empate azulgrana, con un Messi atento y participativo (una connotación que nunca tiene C. Ronaldo). En la segunda parte, ha habido momentos de total dominio, de absoluto dominio azulgrana. Desquiciador, incluso. Se había perdido el miedo, los córners se sacaban en corto.El partido, entonces, se ha vuelto, de nuevo, algo tosco con las entradas a destiempo hechas por la defensa blanca. Y ha llegado el golazo de falta de Messi. Y más “jogo bonito”. Y más faltas bruscas de corte (un ejemplo, nótese que siempre que Mourinho hace un cambio, el jugador nuevo, inmediatamente, hace una entrada a destiempo, fuerte y desproporcionada que muchas veces no es sancionada con tarjeta por aquello de que “acaba de salir” –cumpliendo bien las instrucciones recibidas, ha de decirse-). Higuaín no fue la excepción.

El Madrid consiguió empatar fiel a su estilo de esperar errores ajenos (cada uno lo hace a su modo), acabando el partido en un empate que, si bien puede ser “justo”, no creo que haya duda de que, de durar algo más el partido, este hubiera caído del lado azulgrana.