Hoy ha sido un día altamente pompeufabriano. Tras una mañana de trabajo abogacil, ha habido al mediodía una sesión plenaria del Consell Social de la UPF (en la que se ha comentado cosas del Consell de Govern del lunes -al que asistí [4 horas]-, así como de la Comisión Económica [a la que también asistí, 3 horas más] del martes pasado), seguida de la tradicional comida de Navidad. Dicha comida, ofrecida por un proveedor distinto al habitual de la casa y que Antics Alumnes venimos utilizando desde hace años, ha resultado sobresaliente y alabada por todos.
Acabada la comida navideña pompeufabriana, y tras la sesión vespertina de trabajo, me incorporo a una cena asimismo navideña y asimismo pompeufabriana que, en esta ocasión, unía alrededor de una larguísima mesa (convocatoria de gran éxito), entre otros, a los miembros de la Junta de Antics Alumnes. Algunos miembros y miembras (ministra dixit) a los/las que no es fácil ver sí vinieron en esta ocasión, cosa que, en sí misma, ya daba valor al encuentro.
Tras la cena, copitxuela (un Rossini, considerado el coctail italiano por excelencia y "el más elegante de los cócteles") en la ecléctica cocktelería-bollería Milano, donde asumí (y veremos si cumplo) el compromiso de que en el transcurso del 2009 se intentará hacer una media maratón. ¡Qué cosas te hace decir la noche!
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