Ya indiqué que esto iba a pasar, y que la creación de archivos y registros raciales/racistas no se iba a detener.
Apenas una semana más tarde, hoy aparece publicada en el DOGC una nueva Orden de la Generalitat creando otro libro-registro genealógico y definiendo un estándar racial, esta vez de la variante "pendesenca" (esto es, de las tierras del Penedés, corazón catalán dónde lo haya).
En consecuencia, además de los y las del Prat, a partir de hoy los gallos y gallinas de raza Penedesenca gozan de un Libro Registro sobre su raza, en el que sigo sin tener claro si anotan primero los huevos o las gallinas.
No sé cómo tomarme estas iniciativas. Abolidas ya las peleas de gallos, estamos en la antesala de confrontaciones raciales entre comunidades muy próximas. Pollerías en las plazas y mercados divididas por bandos, por razas, cada una proclamando la superioridad genética sobre la otra.
Sombrío panorama, éste. De miedo. Quizás, porque en el fondo soy un poco gallina (eso sí, sin raza oficial reconocida).
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