Lo comentaba esta tarde con un compañero de despacho: “Si se puede, vale más la pena ver el otro partido (Liverpool vs. Chelsea)”.
Y es que este partido ha sido jugado de un modo un tanto extraño. Un orgullo/respeto mal entendido por ambas partes ha hecho del partido una confrontación aburrida, en el que nadie ha ido en realidad a obtener nada.
El Bayern hubiera querido ganar, pero sin asumir riesgo alguno, planteamiento exactamente igual al del FC Barcelona.
Conclusión (lógica): empate.
Hubiera sido más interesante ver un partido con un Bayern más ofensivo y un Barça intentando aprovechar los espacios, pero.. es lo que hay.
Lo peor, enterarme hoy de que el mega-super-trascendental partido ante el Chelsea del día 28 seguramente no lo podré ver ni en el campo ni por televisión ni seguirlo por radio o Internet… AAArrrghhh!!!! Me voy a dormir a ver si se me ocurre alguna solución…
Hola!
ResponderEliminarPartido discreto, para dosificar las fuerzas. No era necesario dar más de sí.
La misión se cumplió en el partido de ida: ya estamos entre los cuatro mejores clubs del continente.
Saludos.
sílvia