Teniendo presente el calificativo de “pésima” y “horrorosa” de la última representación del Liceu incluida en el abono (la obra “La cabeza del Bautista”, a la que yo no pude ir pero de la que me echaron pestes más de una fuente), acudo hoy a ver “Fidelio”, de Beethoven (su única ópera), representación que suponía (y que ahora confirmo, afortunadamente) a un nivel muy diferente.
A mi ha gustado. Buena música, buena historia (clásica) y una interpretación que, sin perjuicio de lo que consideren aquellos que saben más que yo, me ha parecido brillante.
Lo más curioso: al abandonar mi butaca, bajando por la escalera, una señora ya entrada en años comentaba a su acompañante, también de respetable edad: “El final ha sido molt macu, con tanta peña al final en el escenario”.
La Cabeza de Bautista que yo ví no era mala... era peor.
ResponderEliminar