Participo hoy en la XIII Cursa de Premià de Mar, una carrera de 10 kilómetros con un complicado y duro circuito de dos vueltas de 5 kilómetros cada una (hay gente de letras leyendo esto, y es importante hacerlo comprensible). De hecho, cada vuelta tenía tres partes bien diferenciadas, unas bajadas bastante rápidas y pronunciadas, una recta algo larga (en la playa), y una subida durilla al final de cada vuelta en la que, afortunadamente, no faltaba gente dando ánimos.
A diferencia de otras carreras he llegado a tiempo para hacer la foto previa de grupo de los correcat (de hecho, ha sido posible porque se hizo algo más tarde de lo habitual, no porque yo llegara, ehem, temprano).
El resultado, pse… malo. Más de 50 minutos (8 segundos más). No es una carrera, ni mucho menos, plana o propia para hacer marca… pero uno esperaba hacer mejor tiempo (aunque no nos engañemos, haber hecho 48 minutos hubiera sido todo un marcón para mi). Qué le vamos a hacer.
Quisiera (y por habitual no es menos sincera o merecida), agradecer la atención de los organizadores, del público, de los compañeros de club que mientras me adelantaban, daban ánimos, y a los varios fotógrafos (en todas las fotos durante la carrera aparezco –¿por qué será?- con cara de sufrimiento, por lo que pongo una más previa al inicio).
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