En 1983, en el Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Lima (Perú), fue declarado el 22 de julio como el Día Internacional del Trabajo Doméstico, a fin de reconocer el aporte que desde el interior de sus hogares hacen las mujeres a la sociedad y la economía nacional.
Mucho ha pasado desde entonces y, si bien el trabajo doméstico sigue siendo mayoritariamente femenino, no es menos cierto que la aportación masculina no es, en absoluto, despreciable, especialmente si tenemos en cuenta (cosa que no siempre se hace) todas aquellas "bricomanía tasks" que suelen realizar los hombres (algunos, con notable falta de talento, también hay que decirlo).
Sea como sea, lo cierto es que tampoco es despreciable el número de personas empleadas "profesionalmente" en este sector en nuestro país, un indicio no sé muy bien de qué y que tengo mis dudas de que sea lógico y/o similar al de otros países de nuestro entorno.
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios, críticas, ideas, sugerencias, inquietudes.
Sin tus aportes, todos himajinamos menos.