Un 28 de julio de 1933, un fan de Rudy Vallee le envió un telegrama de felicitación cumpleañera. El "avispado" director de relaciones públicas de la compañía Western Union (antes, empresa telegrafista; ahora, en España, empresa para transferencias "arriesgadas") decidió ordenar llamar al destinatario y cantarle el mensaje (la canción del cumpleaños feliz). Voilà el primer telegrama cantado de la historia.
Dado que el número de teléfonos era relativamente escaso, los telegramas (incluyendo los cantados) eran entregados en persona, con lo que la variante telefónica (origen de todo) puede considerarse una excepción.
40 años más tarde, en 1974, el servicio "oficial" de telegramas cantados de la Western Union fue suspendido, aunque no son pocas las empresas que aún ofrecen (en USA) el servicio de cantar un mensaje a un destinatario/a, generalmente ataviados (los cantantes, no el destinatario) con un oportuno disfraz.
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