Y sin embargo, la atracción desaparece a los pocos minutos, demostrando que este filme representa un auténtico desperdicio, tanto de metraje (120 excesivísimos minutos), de historia (que se podría haber aprovechado mucho mejor) como de recursos (el personaje de Susan Sarandon, es claramente supérfluo).
Podría haber estado bien. El argumento (cómo cambia la gente en una guerra), el no happy end (las cosas son lo que parecen) y la metáfora de la bandera están bien. El resto, directamente, no hay por dónde se sostenga.
Abogado del sector Internet y Nuevas Tecnologías, inicié Himajina.com en el año 2007 como divertimento especializado en crónicas varias y "Días de". Con casi 5,5 millones de páginas vistas, seguimos -como podemos- con ello.
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